Decidió con la razón que daba el temor que no podía darle capricho al amor para establecerse en el territorio fértil de su campo de sentimientos y comenzó a idear un estrategia para sacarle de allí sin exponerlo demasiado. Al fin y al cabo también le afectaba.
Sin embargo, el afecto no afectaria a su vida, un capricho no cambiaría su rutina, no lograría alterar sus hórmonas con besos y caricias y por supuesto no descontrolaria la estabilidad de tergal. Aquella zona de confort tal vez le aburriera un poco, fuera algo insípida, pero era zona de seguridad que más dentro que cerca se encuentra con la felicidad de las muñecas rusas.
En un momento de luz especial, de lucidez, se dio cuenta de que si cerraba poco a poco las entradas al corazón del loco sutil y vital que la ilusión taquicardeaba, este acabaría por no poder acceder a la llama sagrada y secreta, y todo estaría bien atado. Buscó cuerda.
Aquel loco era un misterio para sí. Un camino a desbravar por las mansas horas, un conjunto de bienes que vienen
Un día y otro día dolía estar y no estar, querer y no poder no querer. Entre tanto, una vuelta de cuerda comenzó a cerrar válvulas de arteria. Apretó, como un torniquete que cerrara pasos de vida que procuraran encuentro. Tanto cerró y apretó que una asfixia prepotente se hizo fuerte entre su corazón y su cuero. Tan cerrados quedaron sus ojos por el proposito de no respirar que ni se cercionó de que el paisaje se ahogaba y entre la angustia del azul se desprendía un verde que no sostenia la luz.
No ahoga, no asfixia, no aflige el amor que llega de afuera; ahoga, asfixia y aflige el amor encerrado entre los muros de nuestro corazón. Ahoga aquello que no queremos dar, aquello que celosamente guardamos para nosotros, aquello que no se atreve, aquello que no crece, que no se comparte, el miedoso que inspira desde adentro todo el aire y lo esconde para sí, que cierra la espita de salida para no perder ni un suspiro. Para guardar el aire nos lo encarcela y nos mata para salvar la vida. El que esconde el "talento", el que suspira por certezas, el tonto que nos quiere tanto...
Le encontraron pocos días después lleno de días sin estrenar, llena la vida de un azul amoratado explicación. Morado de sí mismo. El informe forense aclaró la razón de la muerte, pero no encontró el porqué:
Suicidio por cerrazón en campo abierto.